La menopausia consiste en una paulatina disminución de la función ovárica y de los niveles de estrógenos.
En esta etapa es importante darle especial énfasis a la alimentación balanceada para evitar aumentos de peso y mejorar la ansiedad y el estrés que en muchas mujeres se produce.
En función del género, los adolescentes comienzan a diferenciarse en el patrón de crecimiento, composición corporal y maduración sexual, requiriendo en consecuencia diferentes necesidades nutricionales.
Estos cambios van a implicar unos requerimientos específicos de nutrientes y energía, ya que las necesidades energéticas disminuyen un 5 % aproximadamente cada decenio, por lo que la ingesta calórica debe ser inferior.
- Los hidratos de carbono deben suponer entre 45-60 % de las calorías totales.
- Las proteínas deben suponer entre el 10 y el 15 % de las calorías totales.
- Las grasas deben suponer entre 20-35 % de las calorías totales.
Hidratos de carbono
Los hidratos de carbonos complejos deben estar presentes en la dieta en una mayor proporción y se debe evitar la ingesta de azucares simples (dulces, refrescos o bollería).
Proteínas
Aproximadamente el 50 % de las proteínas ingeridas deben ser de alto valor biológico, para que aporten las cantidades necesarias de aminoácidos esenciales. También se aconseja la mezcla de proteínas de origen vegetal (cereales y legumbres)para obtener así proteínas de calidad. No son aconsejables las dietas híper-proteicas, ya que el exceso de proteínas puede impedir al organismo la absorción de calcio.
Grasas
Las grasas conforman un grupo de especial importancia en la menopausia. Se aconseja el consumo de ácidos grasos mono instaurados(ácido oleico) y poliinsaturados(ácido linoleico, docosahexanoico y eicosapentanoico)frente a los ácidos grasos saturados.
Vitaminas y minerales
Las recomendaciones de ingesta de vitaminas y minerales serán las mismas que para el resto de población, con la salvedad del calcio, ya que es fundamental un ingesta adecuada de este mineral para la prevención de osteoporosis.